¿Cuál es el argumento de Chang?

Lee Teng-hui: Transición y Democracia en Taiwán

31/12/2023

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La historia de Taiwán, una isla con una identidad compleja y una situación geopolítica única, está marcada por giros inesperados y líderes que han forjado su destino. Tras décadas de un gobierno autoritario bajo el Partido Nacionalista Chino, el Kuomintang, la muerte de Chiang Ching-kuo en 1988 abrió un nuevo capítulo. Su sucesor, Lee Teng-hui, heredó una nación en la encrucijada, con la tarea monumental de guiarla hacia la democracia mientras navegaba las turbulentas aguas de sus relaciones con la República Popular China. Sus acciones no solo redefinieron la política interna de Taiwán, sino que también tuvieron un impacto significativo en su posición en el escenario internacional.

¿Cuál es el argumento de Chang?
Chang se esfuerza en demostrar su argumento de que los países desarrollados han visto desarrollar su peso industrial y económico gracias a sus políticas de protección, al contrario de lo que se pregona como la «historia oficial del capitalismo».

La ascensión de Lee Teng-hui a la presidencia en 1988 no fue meramente un cambio de guardia; representó el inicio de una era de transformación profunda. Chiang Ching-kuo, hijo del célebre Jiang Jieshi (Chiang Kai-shek), había iniciado un proceso de liberalización en sus últimos años, incluyendo el levantamiento de la ley marcial en 1987, una medida que había estado vigente por 38 años. Este acto sentó las bases para el proceso de apertura que Lee Teng-hui estaba a punto de acelerar. La isla, conocida por los portugueses como Illha Formosa, había sido un refugio para el Kuomintang tras su derrota en el continente chino en 1949, estableciendo un gobierno que, aunque democrático en teoría, operaba bajo un estricto control militar y político.

Índice de Contenido

El Contexto de una Transición Crucial

Para comprender la magnitud de los cambios introducidos por Lee Teng-hui, es esencial contextualizar la situación de Taiwán en el momento de su ascenso. Desde 1949, la isla había sido gobernada por el Kuomintang bajo la férrea mano de Jiang Jieshi, quien se había refugiado allí con aproximadamente dos millones de civiles y los restos de su ejército nacionalista. Taiwán fue reconocida por muchos años como la 'China legítima' en el ámbito internacional, incluso manteniendo un asiento en las Naciones Unidas como una de las cinco grandes potencias, una anomalía que duró mientras Estados Unidos vetó el ingreso de la República Popular China.

Sin embargo, esta posición privilegiada comenzó a erosionarse. La visita de Nixon a Beijing en 1972 y la aceptación del principio de 'una sola China' por parte de Estados Unidos, culminaron en la expulsión de Taiwán de la ONU en 1971 y el establecimiento de plenas relaciones diplomáticas entre Washington y Beijing en 1979. A pesar de estos reveses diplomáticos, Taiwán contaba con el respaldo de EE.UU. y había logrado un desarrollo económico impresionante, convirtiéndose en una de las economías más dinámicas del mundo. Este crecimiento, sin embargo, contrastaba con un sistema político aún autoritario, lo que generaba tensiones internas entre la población autóctona y los refugiados del continente.

Chiang Ching-kuo, aunque mantuvo el control del partido y la presidencia, mostró signos de apertura hacia mediados de los años 80, culminando con el levantamiento de la ley marcial. Esta decisión histórica no solo desmanteló un aparato de control de casi cuatro décadas, sino que también abrió la puerta a una mayor participación política y la formación de partidos de oposición, como el Partido Democrático Progresista (PDP). Fue en este clima de incipiente liberalización y crecientes demandas democráticas que Lee Teng-hui asumió el liderazgo, un momento propicio para una transformación radical.

La Democratización de las Instituciones

Una de las acciones más significativas y de mayor impacto de Lee Teng-hui tras la muerte de Chiang Ching-kuo fue el firme compromiso de emprender un proceso de democratización de las instituciones. Este no fue un mero ajuste superficial, sino una revisión profunda del sistema político que había estado en vigor durante décadas. Su visión era transformar una república unipartidista, heredera de un gobierno en el exilio, en una democracia multipartidista vibrante y representativa.

Este proceso incluyó varias reformas clave. Lee Teng-hui impulsó la derogación de leyes que habían permitido al Kuomintang mantener un control férreo sobre el poder, abriendo el camino a una competencia política más justa. Se permitió la plena operación de los partidos de oposición y se redujo la influencia del Kuomintang en la vida civil y militar. Quizás el hito más importante de esta era fue la celebración de las primeras elecciones presidenciales por sufragio universal directo en 1996. Este evento marcó un punto de inflexión, ya que, por primera vez en su historia, los ciudadanos de Taiwán tuvieron la oportunidad de elegir directamente a su jefe de Estado, consolidando así el sistema democrático.

La democratización no estuvo exenta de desafíos. El propio Kuomintang, el partido de Lee Teng-hui, experimentó tensiones internas entre las facciones más conservadoras, que defendían el statu quo, y las más reformistas. Sin embargo, Lee logró navegar estas divisiones, consolidando su poder y empujando las reformas necesarias para la transición. Su liderazgo fue crucial para que Taiwán pasara pacíficamente de un régimen autoritario a una democracia plena, un modelo a seguir para muchas naciones en desarrollo.

El Giro en las Relaciones con China

Además de la democratización interna, Lee Teng-hui también emprendió un giro significativo en la política exterior de Taiwán, especialmente en lo que respecta a sus relaciones con la República Popular China. Inicialmente, proclamó el fin de las hostilidades con China, una declaración simbólica que buscaba relajar las tensiones históricas. En línea con esta política, en 1992, revisó la ley del exilio para autorizar las visitas culturales al continente, permitiendo un incipiente intercambio entre ambos lados del estrecho de Taiwán, algo impensable en épocas anteriores.

Sin embargo, la distensión no duraría mucho. El punto de inflexión llegó cuando Lee Teng-hui comenzó a defender abiertamente la independencia de la isla, promoviendo la idea de que Taiwán era una entidad política separada de China, aunque sin una declaración formal de independencia. Esta postura, que desafiaba directamente el principio de 'una sola China' sostenido por Beijing, provocó una reacción contundente por parte de la República Popular China. En 1995, China respondió con una serie de maniobras militares a gran escala y el lanzamiento de misiles en el estrecho de Formosa, una clara advertencia y muestra de fuerza dirigida a disuadir a Taiwán de cualquier movimiento hacia la independencia formal.

La escalada de tensiones en el estrecho de Taiwán atrajo la atención internacional. Estados Unidos, comprometido con la seguridad de la isla desde un tratado firmado en 1955, respondió enviando dos portaaviones a la zona, reiterando su decisión de proteger a Taiwán de un posible ataque desde el continente. Este episodio puso de manifiesto la delicada situación geopolítica de Taiwán y el papel crucial de Lee Teng-hui en redefinir su identidad y su relación con el mundo.

Consolidación Electoral y Desafíos Políticos

Durante la presidencia de Lee Teng-hui, el panorama político de Taiwán experimentó una transformación dinámica. Aunque el Kuomintang logró imponerse en las sucesivas elecciones, el ascenso de las fuerzas de oposición fue innegable. El Partido Democrático Progresista (PDP), con su plataforma que promueve abiertamente la independencia de Taiwán, incrementó notablemente su posición y representación en el legislativo. Esta creciente fuerza del PDP reflejaba una evolución en la opinión pública taiwanesa, que comenzaba a abrazar una identidad más distintiva y menos ligada a la idea de 'una sola China'.

El clímax de esta era democrática fue la celebración de las primeras elecciones presidenciales directas por sufragio universal en 1996. A pesar de las amenazas militares de China, que buscaban influir en el resultado, los ciudadanos taiwaneses acudieron a las urnas masivamente. Lee Teng-hui fue reelegido presidente, lo que no solo legitimó su liderazgo a través del voto popular, sino que también envió un poderoso mensaje al mundo sobre la resiliencia y la determinación democrática de Taiwán. Su reelección, en medio de la crisis de los misiles, fue una victoria para la soberanía popular y un desafío directo a las pretensiones de Beijing.

La presidencia de Lee Teng-hui sentó las bases para el futuro político de Taiwán. Aunque el Kuomintang mantuvo la presidencia durante su mandato, el fortalecimiento de la oposición y la consolidación de las instituciones democráticas prepararon el terreno para una alternancia de poder. De hecho, años más tarde, el PDP conseguiría por primera vez en la historia derrotar al partido gubernamental, con la elección de Chen Shui-bian, marcando otro hito en la maduración democrática de la isla.

Un Legado Complejo y Duradero

El legado de Lee Teng-hui es complejo y multidimensional. Por un lado, se le reconoce ampliamente como el 'Padre de la Democracia de Taiwán', el líder que guio a la isla de un régimen autoritario a una democracia plena y vibrante. Sus reformas institucionales, la apertura política y la introducción del sufragio universal transformaron fundamentalmente el paisaje político de la isla, sentando las bases para una sociedad más abierta y participativa. Su habilidad para desmantelar un sistema unipartidista desde dentro del propio partido dominante es un testimonio de su visión y liderazgo.

Por otro lado, su postura firme en defensa de la identidad y la casi-independencia de Taiwán, aunque popular internamente, generó una tensión sin precedentes con la República Popular China. Sus acciones, aunque no llevaron a una declaración formal de independencia, sí sentaron un precedente que continúa influyendo en la dinámica del estrecho de Taiwán hasta el día de hoy. La respuesta militar de China y la intervención de Estados Unidos en 1995-1996 subrayaron la fragilidad de la paz en la región y la importancia estratégica de Taiwán.

La presidencia de Lee Teng-hui también expuso la 'doble moral' de la política internacional hacia Taiwán. A pesar de su vibrante economía y su democracia consolidada, la isla sigue sin ser reconocida oficialmente por la mayoría de las naciones debido a la presión de Beijing. Sin embargo, el comercio y la inversión fluyen abundantemente, demostrando su importancia como un engranaje clave en la escena asiática y global. Lee Teng-hui, a través de sus acciones, forzó al mundo a reconocer la existencia de una entidad política distinta en Taiwán, incluso si el reconocimiento diplomático completo seguía siendo esquivo.

En resumen, lo que hizo Lee Teng-hui tras la muerte de Chiang Ching-kuo fue mucho más que simplemente asumir la presidencia. Fue el arquitecto de una nueva Taiwán, una nación que, bajo su liderazgo, abrazó la democracia y afirmó su identidad única frente a las pretensiones de un continente mucho más grande. Su era marcó un punto de no retorno, consolidando el camino democrático de la isla y definiendo las complejidades de su relación con China para las décadas venideras.

Hitos Clave en la Transición de Taiwán (1987-1996)

AñoEvento PrincipalImpacto
1987Levantamiento de la Ley MarcialFin de 38 años de gobierno militar, inicio de la liberalización política.
1988Muerte de Chiang Ching-kuo; Lee Teng-hui asume la presidenciaInicio de la era de Lee Teng-hui y el proceso de democratización.
1992Revisión de la ley del exilio; autorización de visitas culturales a ChinaPrimeros pasos hacia la distensión y el intercambio a través del estrecho.
1995Lee Teng-hui defiende la independencia; maniobras militares chinasEscalada de tensiones con Beijing; desafío a la política de 'una sola China'.
1996Primeras elecciones presidenciales por sufragio universal; reelección de Lee Teng-huiConsolidación de la democracia taiwanesa y legitimación popular del liderazgo.

Preguntas Frecuentes sobre Lee Teng-hui y Taiwán

¿Quién fue Lee Teng-hui?
Lee Teng-hui fue un político taiwanés que se desempeñó como Presidente de la República de China (Taiwán) desde 1988 hasta 2000. Es ampliamente reconocido como el 'Padre de la Democracia de Taiwán' por su papel fundamental en la transición de la isla de un régimen autoritario a una democracia plena.

¿Por qué fue importante su presidencia?
Su presidencia fue importante porque emprendió un proceso de democratización de las instituciones, culminando en las primeras elecciones presidenciales directas por sufragio universal en 1996. También redefinió la postura de Taiwán frente a China, afirmando una identidad más independiente, lo que generó tensiones pero consolidó la autonomía de la isla.

¿Cómo cambió la relación de Taiwán con China bajo Lee Teng-hui?
Inicialmente, Lee proclamó el fin de las hostilidades y permitió visitas culturales al continente. Sin embargo, su defensa de la independencia de la isla llevó a una escalada de tensiones, con China realizando maniobras militares y lanzando misiles en el estrecho de Formosa en 1995, a lo que EE.UU. respondió enviando portaaviones.

¿Cuándo se celebraron las primeras elecciones democráticas en Taiwán?
Las primeras elecciones presidenciales directas por sufragio universal en Taiwán se celebraron en 1996, durante la presidencia de Lee Teng-hui, quien fue reelegido en ese proceso histórico.

¿Cuál fue el partido político de Lee Teng-hui?
Lee Teng-hui fue miembro del Kuomintang (KMT), el Partido Nacionalista Chino, aunque su liderazgo marcó una evolución significativa en la ideología y las políticas del partido hacia una mayor democratización y un enfoque en la identidad taiwanesa.

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