21/12/2023
El brillo de Hollywood y las sombrías operaciones policiales antidrogas pueden parecer mundos opuestos, pero en el corazón de ambos se encuentra un elemento sorprendentemente común: la necesidad de la ilusión. Desde periódicos ficticios que anuncian eventos dramáticos en la pantalla grande hasta licencias de conducir falsas utilizadas en redadas encubiertas, la fabricación de identidades y realidades alternativas ha sido una herramienta esencial. Esta conexión inusual se materializa en lugares como Earl Hays Press, una imprenta con un siglo de historia que ha sido el silencioso proveedor de la autenticidad falsa tanto para el cine como, en su momento, para la propia policía.

Desde hace más de un siglo, Earl Hays Press ha sido el secreto mejor guardado de la industria del entretenimiento. En un modesto edificio cerca del aeropuerto de Burbank, esta imprenta ha dado vida a innumerables detalles que otorgan realismo a las producciones cinematográficas y televisivas. Ralph Hernández, su actual propietario, con 83 años de edad y 53 de servicio en la firma, es un guardián de la historia de Hollywood, mostrando con orgullo desde portadas de la revista Time con Jack Nicholson como astronauta hasta los libros románticos de Kathleen Turner en “Dos bribones tras la esmeralda perdida”. Todo, ingeniosamente falso, pero absolutamente convincente.
La necesidad de estas réplicas va más allá del simple atrezzo. Restricciones presupuestarias, derechos de autor y hasta regulaciones legales impiden el uso de objetos reales en muchas grabaciones. Imaginen la complejidad de obtener dinero real para una escena, o licencias de conducir auténticas para miles de vehículos en una persecución. Earl Hays Press resuelve este rompecabezas, creando desde menús de restaurante y anuncios publicitarios hasta órdenes de arresto y paquetes de dólares falsos. Sus periódicos, con titulares y fechas adaptadas a cualquier época o lugar, son especialmente famosos, permitiendo a los cineastas transportar a la audiencia a la Francia de 1967 o al Ohio de 1889 sin romper la inmersión.
El Sorprendente Vínculo entre Hollywood y la Policía
Lo que pocos saben es que la habilidad de Earl Hays Press para crear documentos convincentes no se limitó al mundo del espectáculo. Ralph Hernández reveló un detalle fascinante: “Hace años, hacíamos documentos de identidad falsos que la policía utilizaba en redadas antidrogas. Eso también daba dinero”. Esta confesión arroja luz sobre una práctica poco conocida pero crucial en las operaciones encubiertas. La capacidad de la imprenta para producir identificaciones que parecían oficiales, sin serlo, ofrecía a los agentes la cobertura necesaria para infiltrarse en redes criminales y llevar a cabo investigaciones sin levantar sospechas.
Esta colaboración no solo representaba una fuente de ingresos para la imprenta, sino que también les permitió construir una “buena relación con las autoridades”. Esta relación, a su vez, les facilitó el acceso a diseños y letreros oficiales del FBI, la policía o el Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, lo que mejoró aún más la autenticidad de sus creaciones para Hollywood. La ironía es palpable: la misma empresa que ayudaba a construir mundos de fantasía para el cine, también proporcionaba las herramientas para que la realidad se disfrazara en el peligroso mundo de la lucha contra el crimen organizado.

Agentes Infiltrados: La Realidad Tras la Identidad Falsa
La revelación de que la policía utilizaba documentos falsos de imprentas como Earl Hays Press nos lleva directamente al complejo y a menudo polémico mundo de los agentes infiltrados. Estos profesionales asumen identidades ficticias para penetrar en organizaciones criminales o grupos de interés, recopilando información vital para la seguridad pública. Un caso reciente que ha capturado la atención mediática es el de un joven Policía Nacional, conocido como “Daniel”, que se infiltró en movimientos independentistas en Barcelona.
Daniel llegó a Sant Andreu de Palomar en 2020 con una misión clara: controlar los movimientos independentistas. Para ello, forjó una imagen que le permitiera ganar la confianza de activistas: una estrella del caos tatuada, pendientes, cresta y camisetas antifascistas. Su labor de infiltración fue exitosa, tanto que mantuvo relaciones sexuales con cinco mujeres de un centro social okupa, quienes ahora le denuncian por delitos graves, alegando que su consentimiento no fue real al desconocer la verdadera identidad del agente. Este caso ha desatado un debate nacional sobre la ética, la legalidad y los límites de la actuación policial encubierta.
Infiltrado vs. Encubierto: Una Distinción Crucial
La periodista Cruz Morcillo, experta en Policía Nacional, subraya una distinción fundamental en este contexto: la diferencia entre un agente infiltrado y un agente encubierto. En el caso de “Daniel”, se trata de un agente infiltrado. Su identidad falsa, o varias de ellas, son autorizadas por la Secretaría de Estado de Seguridad del Ministerio del Interior. Estos agentes se dedican a la captación de información, pero su labor no se judicializa directamente; es decir, no están investigando un delito específico con autorización judicial, sino recabando inteligencia. No pueden incitar a cometer delitos ni realizar actos ilegales.
Por otro lado, el agente encubierto es una figura cuya actuación está autorizada por un juez. Este tipo de agente sí interviene en investigaciones judiciales de delitos concretos, y su identidad ficticia forma parte de un proceso legalmente respaldado para la obtención de pruebas. La distinción es vital, ya que el marco legal y las responsabilidades varían significativamente entre ambas figuras.

El Debate sobre el Consentimiento Viciado
Una de las aristas más controvertidas del caso de “Daniel” es la acusación de abuso sexual basada en un “consentimiento viciado”. Las denunciantes argumentan que, de haber sabido la verdadera identidad del agente, no habrían mantenido relaciones sexoafectivas con él, invalidando así su consentimiento. Sin embargo, periodistas como Pablo Muñoz y Cruz Morcillo han señalado la complejidad legal de esta alegación.
Muñoz afirma que la revelación de la identidad del policía es “preocupante” y lo ha puesto “en la diana de forma muy dura”. Sobre el consentimiento, es enfático: “lo del consentimiento viciado puede resultar hasta ridículo, por la razón de que no tienes la obligación de desvelar quién eres. Es un caso claro” de legalidad en la actuación del agente. Morcillo añade que, desde el punto de vista del derecho, la opinión mayoritaria es que “no tiene encaje que se considere consentimiento viciado” en este contexto. La policía, por su parte, asegura que estas prácticas no son habituales y que, si bien no existen protocolos estrictos, cada agente utiliza su método mientras no cometa un delito. El riesgo de que el agente desarrolle sentimientos o “se pase al otro bando” es una preocupación interna.
La Identificación Oficial en la Policía Nacional
Contrastando con el mundo de las identidades falsas, la Policía Nacional también maneja la identificación oficial y la verificación de identidad de los ciudadanos. Cuando un efectivo policial comprueba un hecho delictivo o relevante, debe registrar la identidad de quien proporciona la noticia criminis, así como toda información relevante obtenida al instante de su llegada. Esta información es consignada con letra imprenta legible en el Acta de Diligencias Previas, un documento fundamental en cualquier investigación.
Para los ciudadanos, la verificación de identidad con la policía se realiza principalmente a través del Documento Nacional de Identidad Electrónico (DNIe). Este documento, emitido por la Dirección General de Policía, no solo acredita la identidad de un ciudadano español, sino que también permite realizar un sinfín de gestiones online con la administración pública, desde solicitar el certificado de nacimiento hasta obtener la vida laboral o renovar el paro. El DNIe con chip integrado, y sus versiones más avanzadas como el DNI 3.0 con tecnología NFC, funcionan como autenticación online de identidad y permiten firmar certificados digitales con la misma validez jurídica que una firma física.

Para activar los certificados digitales del DNIe o cambiar su PIN, los ciudadanos deben dirigirse a una comisaría de la Policía Nacional que expida DNI. Allí, máquinas especiales, conocidas como Punto de Actualización del DNIe, permiten realizar estas gestiones de forma presencial. Se introduce el DNI o se usa el lector de huella dactilar para verificar la identidad y, tras seguir los pasos en pantalla, se establece un PIN de seguridad. Este proceso es un pilar de la seguridad y la autenticación en el mundo digital, contrastando fuertemente con la naturaleza elusiva de las identidades falsas utilizadas en operaciones encubiertas.
Conclusión: Entre la Ficción y la Realidad Operativa
El uso de documentos de identidad falsos por parte de la policía en redadas antidrogas, facilitado por imprentas como Earl Hays Press, revela una faceta pragmática y a menudo oculta de la labor policial. Esta práctica subraya la necesidad de las fuerzas del orden de operar bajo el radar, mimetizándose con el entorno criminal para desmantelar redes peligrosas. Si bien la revelación de estas tácticas puede generar controversia, especialmente en casos como el del agente infiltrado en Barcelona, es crucial entender que forman parte de una estrategia más amplia de inteligencia y seguridad.
La línea entre la creación de una ilusión para el entretenimiento y la construcción de una identidad falsa para la seguridad nacional es delgada y compleja. Ambos mundos, el de Hollywood y el de la policía, comparten la necesidad de la verosimilitud para lograr sus objetivos. Sin embargo, mientras que en el cine la falsedad es un medio para un fin artístico, en la policía, la identidad falsa es una herramienta de vital importancia en la lucha contra el crimen, con implicaciones legales y éticas que requieren un escrutinio constante y un equilibrio delicado entre la eficacia operativa y el respeto a los derechos individuales.
Preguntas Frecuentes
¿Por qué la policía utilizaba documentos falsos de Earl Hays Press?
Según el propietario de Earl Hays Press, Ralph Hernández, la imprenta fabricaba documentos de identidad falsos para la policía que eran utilizados en redadas antidrogas. Esta práctica no solo representaba una fuente de ingresos para la empresa, sino que también ayudaba a la policía a obtener la cobertura necesaria para infiltrarse en entornos criminales y facilitaba una “buena relación” entre la imprenta y las autoridades, lo que a su vez les daba acceso a diseños oficiales para sus props de Hollywood.

¿Cuál es la diferencia entre un agente infiltrado y uno encubierto?
Un agente infiltrado es un oficial cuya identidad falsa es autorizada por el Ministerio del Interior (Secretaría de Estado de Seguridad) para recopilar información y operar en un grupo o entorno determinado, sin una autorización judicial específica para investigar un delito concreto. Por otro lado, un agente encubierto es una figura cuya actuación está autorizada por un juez para investigar delitos específicos, y su identidad ficticia forma parte de un proceso judicialmente respaldado.
¿Es legal que un agente infiltrado oculte su identidad en relaciones personales?
La legalidad de que un agente infiltrado oculte su identidad en relaciones personales es un tema de intenso debate. Expertos como Pablo Muñoz y Cruz Morcillo han señalado que, legalmente, un agente no tiene la obligación de desvelar su verdadera identidad en el curso de su misión. La alegación de “consentimiento viciado” en este contexto no tiene, según la opinión mayoritaria de expertos en derecho, un encaje legal claro, ya que la ocultación de la identidad es inherente a la naturaleza de la infiltración.
¿Cómo se verifica la identidad en una comisaría de policía?
Para verificar la identidad en una comisaría de la Policía Nacional, especialmente en lo que respecta a la activación o gestión del DNI electrónico (DNIe), se debe acudir a una comisaría que expida DNI. Allí se encuentran máquinas especiales llamadas “Punto de Actualización del DNIe”. El proceso implica introducir el DNI en la ranura o usar el lector de huella dactilar para verificar la identidad, y luego seguir los pasos en pantalla para, por ejemplo, establecer o cambiar el PIN del DNIe.
¿Qué tipo de documentos falsos produce Earl Hays Press para Hollywood?
Earl Hays Press produce una vasta gama de documentos y objetos falsos para la industria del cine y la televisión. Esto incluye periódicos con titulares ficticios, revistas, menús de restaurante, anuncios publicitarios, órdenes de arresto, licencias de conducir, tarjetas de crédito, paquetes de dinero (dólares falsos), placas de automóviles de diversos estados y países, libros, pósteres, latas de refrescos, cigarrillos de marcas inventadas (como “Morley” para “Los Expedientes Secretos X”), y carteles oficiales del FBI, la policía o el Departamento de Seguridad Nacional, entre muchos otros.
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